El editorial que presentamos a continuación refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.
A pesar de la evidencia innegable de que el cambio climático es una amenaza existencial que causa desastres en todo el mundo, no estamos haciendo lo suficiente para preparar a las personas a que hagan frente a crisis climáticas cada vez peores.
De hecho, muchas comunidades en todo el mundo no están en absoluto preparadas para adaptarse a la destrucción de infraestructuras, cultivos y medios de vida. Para ayudar a preparar a las comunidades para las crisis climáticas y desarrollar su resistencia, el presidente Biden inició PREPARE, el Plan de Emergencia del Presidente para la Adaptación y la Resiliencia. Liderando el plan están el Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID.
“El problema de identificar las soluciones de máxima prioridad es complejo, porque difieren según el lugar. Adaptarse a las crecientes inundaciones requiere soluciones muy diferentes a las de adaptarse a olas de calor devastadoras, por ejemplo”, dijo la administradora de USAID, Samantha Power.
“Hace casi dos décadas, USAID se asoció con NASA para crear un programa llamado SERVIR, que ayuda a los países a comprender los riesgos muy particulares que representa para ellos la variabilidad climática extrema. Hoy, SERVIR utiliza imágenes satelitales de 50 países para ofrecer proyecciones y datos en tiempo real sobre inundaciones, incendios forestales y posibles criaderos de langostas destructoras de cultivos. También ofrece herramientas para pronosticar tendencias a largo plazo en aspectos como el rendimiento de los cultivos y las sequías”.
El 30 de enero, la administradora Power anunció que USAID comprometerá 11 millones de dólares adicionales para SERVIR. "Estos datos no sólo ayudarán a orientar las medidas inmediatas para salvar vidas, sino que también pronosticarán las necesidades a largo plazo para ayudar a los países a priorizar las soluciones".
USAID también está fomentando el pensamiento innovador. “Sin embargo, la innovación para fortalecer la resiliencia climática está actualmente rezagada. Tenemos que cambiar eso”, dijo la administradora Power. Por ejemplo, “los niveles crecientes de sequía pueden tener implicaciones catastróficas para la seguridad alimentaria mundial”.
“Hemos invertido en investigación fundamental con socios universitarios para desarrollar nuevas semillas y técnicas de cultivo tolerantes a la sequía. Hemos otorgado subvenciones a empresas agrícolas y universidades para que desarrollen semillas de cultivos básicos como el maíz y el arroz que puedan resistir mejor los climas más secos. A través de la Visión para Cultivos y Suelos Adaptados, denominada VACS, estamos ampliando ese trabajo junto al Departamento de Estado y los investigadores africanos para crear también versiones más resistentes de cultivos autóctonos como el caupí y el mijo”.
"Cuanto más podamos aprovechar las ideas y el capital de todo el mundo para ayudar a impulsar innovaciones como estas", dijo Power, "más rápidamente podremos crear soluciones asequibles para evitar que los desastres climáticos impacten nuestros sistemas".
Fue un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.