A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
En julio, homenajeamos a dos periodistas, Natalia Estemirova y Paul Klebnikov, quienes fueron asesinados en Rusia, con cinco años y una gran distancia de diferencia.
Ambos se dedicaron a su trabajo, exponiendo corrupción y violaciones a los derechos humanos.
Paul Klebnikov era estadounidense de ascendencia rusa. Fue editor en jefe de la revista Forbes Rusia, una publicación periódica sobre cuestiones económicas y comerciales.
Klebnikov se especializaba en exponer la corrupción, particularmente a través de la investigación de turbios negocios postsoviéticos. El 9 de julio de 2004, Klebnikov recibió nueve disparos desde un automóvil que pasaba cuando salía de su edificio de oficinas en Moscú.
Natalia Estemirova era periodista y defensora de los derechos humanos en Grozny, la capital de Chechenia. Como investigadora y miembro de la junta directiva del Memorial Human Rights Center, Estemirova recabó pruebas de secuestros, torturas y asesinatos en Chechenia desde el comienzo de la segunda guerra separatista en 1999. También expuso ejecuciones extrajudiciales, quema punitiva de viviendas, secuestros y detenciones arbitrarias en Chechenia. Criticó a las autoridades gubernamentales por no llevar a los perpetradores ante la justicia.
Estemirova trabajó en estrecha colaboración en Chechenia con la periodista rusa Anna Politkovskaya, otra periodista y defensora de los derechos humanos, y crítica del gobierno ruso, asesinada en Moscú en 2006.
En 2007, Estemirova fue la primera en recibir el premio anual Anna Politkovskaya, que honra a las mujeres defensoras de los derechos humanos de todo el mundo que trabajan en zonas de conflicto.
En la mañana del 15 de julio de 2009, Natalia Estemirova fue abordada en la calle mientras caminaba hacia el trabajo y la obligaron a subir a un automóvil. Esa tarde, sus restos fueron encontrados no lejos de la vía principal en el vecino estado ruso de Ingushetia. Le habían disparado varias veces a la cabeza y el pecho.
Los asesinatos de Paul Klebnikov y Natalia Estemirova siguen sin resolverse.
"Los organizadores y perpetradores de estos atroces asesinatos nunca fueron llevados ante la justicia, y la violencia y la presión contra los periodistas continúan impunemente en Rusia", dijo el secretario de Estado Antony Blinken en una declaración escrita. “Estados Unidos condena la actual represión del gobierno ruso contra los medios independientes y se solidariza con los periodistas rusos independientes y los defensores de los derechos humanos.
"Los legados de Estemirova y Klebnikov perdurarán en su trabajo, en la siguiente generación de valientes reporteros a quienes han inspirado y en la lucha por los derechos humanos y contra la corrupción en Rusia".
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.