A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
El Departamento de Estado y los Centros para el Control de Enfermedades recomiendan a los ciudadanos estadounidenses que consideren postergar todos los viajes al extranjero que no sean esenciales.
Si el viaje no puede aplazarse, todos los pasajeros aéreos de dos años de edad o más, incluidos los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes legales, que viajen a Estados Unidos, deben presentar prueba de un test COVID-19 negativo tomado dentro de los 3 días de la salida o prueba de recuperación del virus COVID-19, en los últimos 90 días. La prueba puede consistir en un test viral positivo reciente y una carta de un proveedor de atención médica o un funcionario de salud pública que indique que el pasajero tiene el visto bueno para viajar.
En una sesión informativa especial del Departamento de Estado, el subsecretario interino Ian Brownlee, de la Oficina de Asuntos Consulares, dijo que todos los viajeros que vayan al exterior deben anticipar que sus planes puedan verse seriamente interrumpidos.
Si un ciudadano estadounidense no puede tener acceso fácil a una prueba de COVID-19, o da positivo a la salida, su regreso a Estados Unidos podría postergarse varias semanas. Durante ese lapso, serán responsables de cubrir sus propios gastos médicos y de alojamiento.
Como resultado, Brownlee aconsejó a todos los ciudadanos estadounidenses que reconsideren cualquier plan de viajar al extranjero. Si un viaje no puede postergarse, se recomienda a los viajeros establecer un plan B en caso de una estadía prolongada, no anticipada, en el exterior.
El Dr. Marty Cetron, director de la División de Migración Global y Cuarentena de los CDC, dijo que estas medidas se introdujeron para combatir los crecientes peligros del virus y sus variantes.
“La aparición de las nuevas variantes también ha destacado un nuevo desafío en esta carrera que tenemos con la infección versus la vacunación”.
Cetron dijo que los residentes de EEUU deberían postergar los viajes discrecionales hasta que se pueda controlar el virus o se aceleren las estrategias de vacunación.
“El Departamento de Estado está comprometido a defender los esfuerzos de la administración para combatir la pandemia, a través de medidas prudentes impulsadas por la ciencia”, dijo Brownlee. Muchos países están actualizando sus requisitos para viajar, dada la naturaleza cambiante de la pandemia. Y hoy, para mantenernos todos a salvo, Estados Unidos se suma a ellos”.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.