A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
En su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden tomó medidas para reincorporarse al Acuerdo de París, y Estados Unidos se convirtió oficialmente en parte, nuevamente, el 19 de febrero.
“El Acuerdo de París es un marco sin precedentes para la acción global. Lo sabemos porque ayudamos a diseñarlo y a hacerlo realidad. Su propósito es simple y expansivo: ayudarnos a todos a evitar un
calentamiento planetario catastrófico y construir resiliencia en todo el mundo ante los impactos del cambio climático que ya estamos viendo”, anunció el secretario de Estado Antony Blinken, en una declaración escrita.
El Acuerdo de París entró en vigor en 2016. Fue firmado por más de 190 países y estableció el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 grados Celsius y realizar esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados Celsius. En ese momento, utilizando el año 2005 como base de referencia, el presidente Barack Obama presentó un objetivo para reducir las emisiones de carbono de Estados Unidos entre un 26 y un 28 por ciento para 2025.
Sin embargo, el 1º de junio de 2017, argumentando la necesidad de proteger la economía y los trabajadores de Estados Unidos, el entonces presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos se retiraría del Acuerdo de París.
La administración Biden ve las cosas de manera diferente. “Las economías verdes van a generar una cantidad notable de nuevos empleos”, dijo John Kerry, enviado Presidencial Especial para el Clima, en la reunión virtual del Foro Económico Mundial de Davos, el 27 de enero.
“La UE anticipa 2 millones de nuevos puestos de trabajo. Aquí en EE. UU., hasta el COVID, tuvimos 5 años de crecimiento continuo en los empleos de energía limpia, con más de 3,3 millones de trabajadores colocados en puestos de trabajo, en todo nuestro país. India ha experimentado un aumento quíntuple en los empleos de energía limpia durante el mismo período. Y eso es solo una muestra del mercado sin límites que nos espera si nos tomamos esto en serio”.
“Ustedes han visto y seguirán viéndonos, entretejiendo el cambio climático en nuestras conversaciones bilaterales y multilaterales más importantes, a todos los niveles. En estas conversaciones, preguntamos a otros líderes ¿cómo podemos hacer más, juntos?” dijo el Secretario de Estado Blinken.
“El cambio climático y la diplomacia científica nunca más podrán ser “añadidos” en nuestras discusiones sobre política exterior. Encarar las amenazas reales del cambio climático y escuchar a nuestros científicos está en el centro de nuestras prioridades de política nacional y exterior.Es vital en nuestras discusiones de seguridad nacional, migración, gestión de salud internacional y en nuestra diplomacia económica y conversaciones comerciales”, dijo.
“Estamos volviendo a involucrar al mundo en todos los frentes”.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos