A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Por primera vez en cuatro años, Estados Unidos y Cuba sostuvieron conversaciones en Washington centradas en la migración y la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba. Esas reuniones se habían realizado semi anualmente, después de firmarse el primero de una serie de acuerdos bilaterales en 1984. Las reuniones se descontinuaron cuando se restringieron las funciones migratorias en la embajada estadounidense en La Habana debido a incidentes anómalos de salud entre algunos empleados.
El 21 de abril, la subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Emily Mendrala, lideró la delegación interdepartamental de Estados Unidos, y el vicecanciller de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, lideró la delegación cubana. En una declaración escrita, el Departamento de Estado dijo: “La delegación de EE. UU. destacó áreas de cooperación exitosa en migración, a la vez que identificó problemas que han sido obstáculos para cumplir con los objetivos de los acuerdos”.
En meses recientes ha habido un aumento significativo en el número de cubanos que busca ingresar a Estados Unidos por rutas marítimas y terrestres. Los cubanos parten de su país por diversas razones, pero sabemos que las causas profundas de la migración irregular incluyen la falta de respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, la seguridad ciudadana y la falta de oportunidades económicas.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que reanudar las conversaciones sobre migración entre Estados Unidos y Cuba provee “una oportunidad para discusiones importantes sobre cumplimiento mutuo de los acuerdos migratorios y el compromiso de Estados Unidos y Cuba con una migración segura, legal y ordenada”.
Entre los temas discutidos estuvo el cumplimiento de la ley migratoria de EE. UU., la migración por tierra y mar, las tendencias migratorias, la repatriación de ciudadanos y las funciones de la embajada.
El Departamento de Estado dijo que la discusión sobre los servicios consulares en la Embajada de Estados Unidos en La Habana incluyó “la reanudación de los servicios de visas de inmigrantes de manera limitada a partir de mayo, los servicios actuales para ciudadanos estadounidenses y la emisión actual de visas de emergencia para no inmigrantes”.
“Permitir una migración segura, legal y ordenada entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés mutuo entre Estados Unidos y Cuba”, declaró el Departamento de Estado, “y se ajusta al interés de EE. UU. de promover la reunificación familiar y fomentar un mayor respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales en Cuba”.
Fue un editorial que refleja los puntos de vista del gobierno de Estados Unidos.