A continuación, un editorial que refleja ideales e instituciones estadounidenses:
El primer lunes de septiembre, los estadounidenses celebran el Día del Trabajo: un día para honrar a los trabajadores y su contribución a la prosperidad de Estados Unidos.
El Día del Trabajo es el fin oficial del verano. Y aunque para muchos estadounidenses, el Día del Trabajo se celebra como un día de descanso y la última de las oportunidades del verano para una comida al aire libre o una fiesta en la piscina con amigos y familiares, los hechos que llevaron a la creación de este día feriado tienen que ver con la codicia, disturbios civiles y sangre.
Las décadas posteriores a la guerra civil del siglo XIX están marcadas por el surgimiento de los llamados capitanes de la industria: empresarios e industriales ricos y poderosos, como Cornelius Vanderbilt, Andrew Carnegie, JP Morgan y John D. Rockefeller, quienes aprovecharon la oportunidad presentada por la confluencia de una economía que se expandía rápidamente, una gran cantidad de innovaciones y una abundante mano de obra migrante para construir enormes imperios comerciales y amasar grandes fortunas. Proporcionaron el empleo y la oportunidad que tanto se necesitaba, pero sus prácticas comerciales eran con frecuencia rapaces y explotadoras de los trabajadores, quienes laboraban arduamente en molinos, fábricas y minas 12 horas al día, siete días a la semana, y apenas ganaban suficiente dinero para sobrevivir.
Buscando mejorar su condición, a partir de fines de la década de 1880, los trabajadores comenzaron a unirse a sindicatos, algunos de los cuales se habían creado en el siglo XVIII. Los trabajadores exigieron mejores salarios y trato, condiciones de trabajo más seguras y reconocimiento por su contribución a la floreciente economía estadounidense. Cuando estas demandas no se cumplieron, organizaron huelgas. Pero fue una tarea difícil y peligrosa. Los trabajadores huelguistas con frecuencia se enfrentaban a rompehuelgas, matones armados contratados por la dirección de las empresas para disolver las huelgas y asegurarse de que los trabajadores volvieran a sus puestos de trabajo. Incluso se alentó a herir a los huelguistas.
Uno de los incidentes más notables fue la huelga Pullman en Chicago, donde tropas federales reprimieron violentamente una huelga de trabajadores de la empresa de trenes-dormitorio Pullman, en protesta por los recortes salariales y los despidos de la compañía. Unas 30 personas fueron asesinadas ese día. Irónicamente, el día de la huelga, el presidente Grover Cleveland promulgó una legislación que creaba un feriado nacional del Día del Trabajo.
“Los trabajadores estadounidenses son la columna vertebral de nuestro país. La clase media construyó Estados Unidos, y los sindicatos construyeron la clase media”, dijo el presidente Joe Biden. “Todo lo que respalda una vida de clase media sostenible fue posible gracias a los sindicatos, y en el Día del Trabajo honramos a todos esos trabajadores, y su movimiento perdurable, que mantienen nuestra economía en movimiento y hacen que nuestra nación sea fuerte”.
Fue un editorial que refleja ideales e instituciones estadounidenses.