A continuación, un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Las protestas generalizadas continúan en Irán tras la muerte de Mahsa Amini, de veintidós años, quien fue arrestada por “el uso inapropiado del hiyab” cuando estaba bajo la custodia de la llamada “policía de la moralidad”.
Durante más de un mes, manifestantes han tomado las calles en decenas de ciudades y pueblos iraníes. A las muchas demostraciones lideradas por mujeres se sumaron sus padres, hermanos y esposos. Estudiantes de universidades de todo el país también se han levantado en protesta pacífica contra la represión del gobierno.
La respuesta del gobierno iraní ha sido violenta y cada vez más mortal. Las autoridades iraníes han dado muerte a cientos de iraníes en su violenta represión, entre ellos decenas de niños. Amnistía Internacional determinó que al menos 82 personas murieron solo en Zahedán, en la provincia de Sistán y Baluchistán, cuando las fuerzas de seguridad dispararon con munición real contra manifestantes pacíficos.
Además, miles de personas han sido arrestadas, como reporteros, periodistas, estudiantes y personalidades culturales.
El gobierno iraní también ha interrumpido el acceso a Internet para la mayoría de sus más de 80 millones de ciudadanos.
Estados Unidos ha condenado vigorosamente la represión de manifestantes pacíficos, quienes exigen respeto a sus derechos humanos y dignidad básica.
El presidente Biden dijo en un comunicado el 3 de octubre que “Estados Unidos apoya a las mujeres iraníes y a todos los ciudadanos de Irán que con su valentía son fuente de inspiración para todo el mundo”. Biden destacó que Estados Unidos ha tomado medidas para facilitar a los iraníes el acceso a Internet y sancionó a varios funcionarios y entidades iraníes, incluida la Policía de la Moralidad.
El presidente Biden agregó que Estados Unidos seguirá responsabilizando a los funcionarios iraníes por su violenta represión. El 6 de octubre, el Departamento del Tesoro de EEUU anunció nuevas sanciones contra otros siete altos líderes de Irán por su participación en la represión violenta contra los ciudadanos iraníes y el cierre del acceso a Internet en Irán.
Los sancionados incluyen al ministro del interior de Irán, Ahmed Vahidi, y al ministro de comunicaciones, Eisa Zarepour, por su papel en el cierre del acceso de los iraníes a la Internet global.
Los otros cinco son altos funcionarios de seguridad relacionados a las Fuerzas de Aplicación de la Ley de Irán, la Policía Cibernética de Irán y el IRGC.
“Condenamos la represión del gobierno iraní contra el derecho de su pueblo a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un tweet. “Seguiremos aplicando nuestras sanciones mientras Irán siga ignorando los derechos de su pueblo”.
Fue un editorial que refleja puntos de vista del gobierno de Estados Unidos.