Seguidamente un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Hace ocho años, en Colombia, el conflicto más prolongado del hemisferio occidental concluyó con la firma de un Acuerdo de Paz.
Sin embargo, la puesta en práctica de las disposiciones del documento resultó ser todo menos sencilla. El conflicto armado entre grupos rivales en regiones donde la presencia del gobierno es limitada ha ido creciendo y se ha disparado en los primeros días del nuevo año. Solo en la tercera semana de enero, los combates entre grupos armados en la región del Catatumbo han cobrado más de 80 vidas.
Según Naciones Unidas, el conflicto “amenaza con extenderse a otras regiones, y las comunidades étnicas, las mujeres y los niños se encuentran entre los más impactados por la violencia”.
“El Acuerdo de Paz buscó abordar las atrocidades y los abusos relacionados con el conflicto que tuvieron lugar durante más de 50 años. Sin embargo, Colombia sigue experimentando las consecuencias a largo plazo del conflicto”, dijo Dorothy Shea, Encargada de Negocios interina de Estados Unidos ante la ONU.
“Exhortamos al gobierno colombiano a que continúe su compromiso de lograr justicia para las víctimas y los sobrevivientes del conflicto, entre ellos los sobrevivientes de la violencia de género. Si no se realizan estos esfuerzos, Colombia seguirá enfrentando desafíos para cumplir sus objetivos de seguridad, estabilidad y lucha contra el tráfico de drogas.
“Estados Unidos ha contribuido más de 2.100 millones de dólares para apoyar la puesta en práctica del acuerdo. Esta asistencia contiene más de 125 millones de dólares para ayudar a Colombia a diseñar planes de desarrollo en las comunidades impactadas por el conflicto”.
“Sin embargo, se debe hacer más”, dijo la embajadora Shea. “Mujeres y jóvenes experimentan actualmente un gran trauma por la violencia continua que sufren o presencian, cuyos efectos seguirán sintiéndose durante mucho tiempo”.
“Su sanación, así como su participación plena y significativa en los diálogos de paz, son componentes esenciales de una paz duradera y sostenible. Las mujeres y las jóvenes deben ser parte de la conversación para construir un futuro pacífico en Colombia”.
“Estados Unidos sigue comprometido con impedir que los actos criminales perpetrados por terroristas y otros grupos armados ilegales queden impunes”, dijo la embajadora Shea.
“Los procesos de paz anteriores han dejado claro que una estrategia de seguridad es esencial para presionar a los grupos armados ilegales a negociar de buena fe y evitar la impunidad por sus abusos”.
“En los ocho años transcurridos desde el Acuerdo Final, la puesta en práctica del acuerdo de paz y su capacidad para hacer frente a las condiciones de seguridad en deterioro en Colombia sigue siendo un trabajo en curso”, dijo la embajadora Shea.
“Lograr la paz por el bien de todos los colombianos debe continuar siendo una prioridad para todos los involucrados”.
Fue un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.