A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
A nadie sorprendió que el compromiso del régimen cubano de dialogar con jóvenes manifestantes pacíficos, que recientemente se reunieron, cientos de ellos, para protestar por la falta de libertad de expresión en Cuba, duró poco.
Menos de 24 horas después de una reunión entre representantes de la protesta y el viceministro de Cultura Fernando Rojas, el régimen desperdició una oportunidad de respetar los derechos del pueblo cubano. Rojas condenó a los manifestantes e ignoró sus preocupaciones por la censura y los ataques policiales a artistas independientes.
Muchos de los manifestantes son miembros del Movimiento San Isidro, un colectivo informal de escritores, artistas, músicos y otros ciudadanos, indignados por las restricciones que continuamente les aplica el régimen, incluida una ley que exige que cualquier actividad artística se registre ante el gobierno. Más recientemente, los manifestantes han estado protestando por la sentencia sumaria de miembros prominentes del grupo, entre ellos el músico Denis Solís González, por expresarse independientemente.
El régimen ha atacado repetidamente a Solís por ejercer su libertad de expresión, al denunciar violaciones a los derechos humanos en Cuba, y lo arrestó el 9 de noviembre. Las autoridades cubanas mantuvieron a Solís, incomunicado, durante tres días, antes de condenarlo a ocho meses de prisión por el dudoso cargo de “desacato”.
Las autoridades cubanas arrestaron a decenas de periodistas y defensores de derechos humanos que buscaban información sobre su caso o solicitaban su excarcelación. A pesar de la severa respuesta del gobierno, las protestas por su caso y la falta de libertad de expresión en Cuba, continuaron, seguidas de más ataques y detenciones por parte de la policía.
Miembros de la comunidad internacional han expresado objeciones a la represión, incluida Amnistía Internacional. El Departamento de Estado de EEUU adoptó una postura fuerte.
En una declaración escrita, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo: “Estados Unidos condena enérgicamente el acoso del régimen cubano a activistas que protestan pacíficamente por el encarcelamiento del defensor de derechos humanos Denis Solís González. Exhortamos al gobierno cubano a que anule esa sentencia injusta y lo libere sin condiciones”.
“Estados Unidos se solidariza con el pueblo cubano y continuaremos condenando estos flagrantes abusos contra los cubanos que ejercitan sus derechos”, dijo el secretario Pompeo. “Hacemos un llamado a los socios democráticos en todo el mundo para que alcen sus voces y hagan que el respeto de los derechos humanos sea un prerrequisito para cualquier trato con el régimen de Castro”.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.