A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos:
Líbano enfrenta una grave crisis económica como resultado de décadas de mala gestión gubernamental, corrupción y el repetido fracaso de los líderes libaneses de llevar a cabo reformas significativas y sostenidas.
La devastadora explosión del 4 de agosto solo ha magnificado los llamados del pueblo libanés a reformas económicas e institucionales, una mejor gobernanza y el fin de la corrupción endémica que ha plagado a Líbano.
Estados Unidos apoya al pueblo libanés que dice que “seguir como de costumbre es inaceptable”. Mientras el pueblo libanés sufre una crisis económica y la pandemia de COVID-19, Hezbollah, respaldado por Irán, y sus simpatizantes, explota la corrupción política incontrolada que se ha generalizado en Líbano, durante décadas, para promover sus actividades terroristas e ilícitas.
El 8 de septiembre, Estados Unidos designó a Yusuf Finyanus y Ali Hassan Khalil, dos exministros del gobierno, por brindar apoyo material a Hezbollah, de conformidad con la Orden Ejecutiva 13224.
“Mientras ocuparon cargos en gabinetes libaneses previos”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo en una declaración escrita, Finyanus y Khalil dirigieron favores políticos y económicos a Hezbollah, incluyendo asegurarse de que las empresas propiedad de Hezbollah obtuvieran contratos gubernamentales por valor de millones de dólares y mover dinero de ministerios gubernamentales a instituciones asociadas a Hezbollah”.
Yusuf Finyanus es exministro de transporte, mientras que Ali Hassan Khalil es exministro de finanzas, salud y agricultura. Ambos abusaron de sus cargos para dirigir fondos públicos al grupo terrorista.
“Hezbollah depende del corrupto sistema político de Líbano para sobrevivir”, escribió el secretario de Estado Pompeo. “Cualquiera que ayude a promover los intereses políticos o económicos de Hezbollah está erosionando aún más lo que queda de una gobernanza eficaz y facilitando la financiación del terrorismo”.
El Departamento del Tesoro señaló en una declaración escrita que “la crisis de múltiples niveles en Líbano surge de décadas de corrupción y mala gestión económica. Desde octubre de 2019, protestas populares en todo el país exigieron reformas políticas y económicas en Líbano. Los llamados de los manifestantes “todas ellas significa todas ellas” demuestra la seriedad de su deseo de reforma y de abrir el telón respecto a la corrupción de ciertos grupos, incluido Hezbollah”.
“La corrupción ha sido rampante, en Líbano, y Hezbollah ha explotado el sistema político para difundir su influencia maligna”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. “Estados Unidos apoya al pueblo de Líbano en sus llamados a la reforma y seguirá utilizando sus autoridades para atacar a quienes los oprimen y explotan”.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.