A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Decenas de miles de ciudadanos rusos, en más de 120 ciudades y pueblos, desde San Petersburgo y Moscú, en el oeste, hasta Irkutsk y Yuzhno-Sakhalinsk, en el este, se presentaron, el fin de semana del 23 de enero, para protestar pacíficamente contra la detención del dirigente opositor Alexei Navalny y exigir su liberación.
Navalny, abogado y activista anticorrupción, fue detenido el 17 de enero. Fue arrestado en el aeropuerto Sheremetevo, de Moscú, al regresar a Rusia desde Alemania, donde se estuvo recuperando de un intento de asesinalo por medio de un agente neurotóxico. El arresto, transmitido en vivo en Rusia por periodistas independientes, resultó en las mayores protestas no autorizadas durante el mandato del presidente ruso Vladimir Putin.
“Estados Unidos apoya el derecho de todas las personas a la protesta pacífica, la libertad de expresión”, tuiteó Rebecca Ross, portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Moscú. “Las medidas que están tomando las autoridades rusas suprimen esos derechos”.
La respuesta de la policía fue, al principio, relativamente tenue, pero a medida que las multitudes de manifestantes crecían y se negaban a dispersarse, la policía antidisturbios fuertemente armada comenzó a retirar personas al azar, de la multitud, arrastrándolas y arrestándolas. En todo el país, más de 3 700 personas fueron detenidas.
“Los continuos esfuerzos por suprimir los derechos de los rusos a la libertad de expresión y reunión pacífica, el arresto de la figura de la oposición Aleksey Navalny y la represión de las protestas que siguieron son indicaciones preocupantes de más restricciones a la sociedad civil y las libertades fundamentales”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. Ned Price.
“Los derechos de los rusos a reunirse pacíficamente y participar en elecciones libres y justas están enmarcados no solo en la constitución del país, sino en los compromisos de Rusia con la OSCE, la Declaración Universal de Derechos Humanos y sus obligaciones internacionales bajo el Convenio Internacional de Derechos Civiles y políticos.
“Estados Unidos exhorta a las autoridades rusas a que liberen a todos los detenidos por ejercer sus derechos universales, y la liberación inmediata e incondicional de Aleksey Navalny. Instamos a Rusia a cooperar plenamente con la investigación de la comunidad internacional sobre el envenenamiento de Aleksey Navalny y a que explique, de manera creíble, el uso de un arma química en su territorio”, dijo el portavoz Price.
“Estados Unidos se mantendrá codo a codo con nuestros aliados y socios en la defensa de los derechos humanos, sea en Rusia o en cualquier otra parte en que estén amenazados”.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.