A continuación, un editorial que refleja los ideales e instituciones estadounidenses.
Hoy, hace sesenta años, el presidente John Fitzgerald Kennedy firmó un decreto que estableció el Cuerpo de Paz. “Tengo la esperanza de que sea una fuente de satisfacción para los estadounidenses y una contribución a la paz mundial”, dijo el presidente Kennedy durante la firma.
El Cuerpo de Paz es un pequeño organismo independiente administrado por el gobierno de Estados Unidos. Sus trabajadores de campo son voluntarios, en general, educadores y especialistas en agricultura, salud, economía comunitaria y desarrollo juvenil. Trabajan para mejorar la vida de las personas en áreas subdesarrolladas o poco atendidas, aumentando la productividad y alentando la autosuficiencia.
En sus propias palabras, la misión del organismo es “ayudar a las personas de los países interesados a satisfacer su necesidad
de hombres y mujeres capacitados, ayudar a promover una mejor comprensión de los estadounidenses por parte de las personas atendidas y ayudar a promover una mejor comprensión, en los estadounidenses, respecto a otras personas”.
De hecho, más que cualquier otra cosa, el Cuerpo de Paz fue diseñado para aumentar el entendimiento mutuo entre los estadounidenses y otras culturas del mundo. Voluntarios capacitados fueron, y todavía son, enviados a vivir y trabajar en países en desarrollo de todo el mundo, ayudando al país anfitrión a satisfacer su necesidad de trabajadores calificados. Y porque vivían entre la población local, aprendieron, y siguen aprendiendo, sobre la gente y la cultura que los rodea. Al mismo tiempo, los locales que trabajan y viven con ellos llegan a conocer a los estadounidenses como personas no tan distintas a ellos.
Para junio de 2019, unos 235 000 voluntarios han trabajado en 141 países. Cada voluntario sirve un período de dos años, sin paga, excepto por un estipendio para cubrir habitación, alimentación y algunos gastos esenciales.
Su misión se ha adaptado a los tiempos y necesidades de las personas a las que sirven. Hoy, debido a las restricciones de
COVID-19, no hay voluntarios del Cuerpo de Paz estacionados en el exterior. Su trabajo continuará una vez que la pandemia esté bajo control.
“Para mí, de eso se trata el Cuerpo de Paz- el impacto que simples actos de servicio pueden tener a través de las fronteras, las generaciones y el tiempo”, dijo Joseph Patrick Kennedy tercero, sobrino nieto del presidente John Kennedy. “Es una lección que llevo conmigo todos los días”.
Fue un editorial que refleja los ideales e instituciones estadounidenses.