A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
A raíz de la violenta represión del gobierno cubano contra manifestantes pacíficos que salieron a la calle en julio para exigir cambio y libertad, la administración Biden-Harris impuso sanciones al líder de los militares cubanos y a la Brigada Nacional Especial del Ministerio del Interior.
El 30 de julio, Estados Unidos anunció sanciones adicionales bajo el programa de sanciones Global Magnitsky, cuyo objetivo es promover que quienes cometan graves violaciones a los derechos humanos rindan cuentas. Las nuevas sanciones incluyen a la Policía Nacional de Cuba, conocida como PNR, y a sus líderes, el director Oscar Callejas Valcárcel y el subdirector Eddy Sierra Arias.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo en un comunicado: “La PNR, bajo el liderazgo de Callejas Valcárcel y Sierra Arias ha atacado y golpeado a manifestantes pacíficos”.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló que entre los manifestantes enfrentados por la PNR se encontraban miembros del Movimiento de las Madres del 11 de julio, un grupo fundado para organizar a las familias de los presos y desaparecidos. En Camagüey, un sacerdote católico fue golpeado y arrestado por la PNR por defender a jóvenes manifestantes. También fueron golpeados varios menores de edad que manifestaban pacíficamente.
Como resultado de las sanciones, quedan bloqueadas todas las propiedades e intereses de propiedad de las personas designadas que se encuentran en Estados Unidos, o en posesión o control de personas estadounidenses, y quedan prohibidas todas las transacciones de personas estadounidenses con las personas designadas, a menos que estén exentas o específicamente autorizadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.
“Reconocemos la valentía del pueblo cubano y de los manifestantes que se enfrentaron al estado-policía del gobierno cubano y enviaron un mensaje al mundo”, dijo el secretario de Estado Blinken.
"Dejamos claro que cualquiera que provea suministros a la violenta fuerza policial de Cuba, a la Brigada Nacional Especial, al Ministerio del Interior o cualquier otra persona o entidad cubana designada bajo el programa Global Magnitsky, podría enfrentar el riesgo de sanciones".
En reunión con líderes cubano-estadounidenses el día que se anunciaron las nuevas sanciones, el presidente Biden calificó la situación en Cuba de "intolerable". Cuando se le preguntó si habría más sanciones, el presidente dijo: "habrá más, a menos que haya algún cambio radical en Cuba".
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.