A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
El Departamento de Estado ha tomado medidas para imponer restricciones de visa a 100 miembros de la Asamblea Nacional de Nicaragua y del sistema judicial nicaragüense, incluyendo fiscales y jueces, así como algunos de sus familiares. El Departamento revocó todas las visas estadounidenses que tenían estos individuos.
La política de restricción de visas del Departamento de Estado se aplica a individuos que se cree son responsables o cómplices de socavar la democracia, incluyendo la violación a los derechos humanos. La política también cubre a familiares directos de dichas personas. Las recientes acciones tomadas para imponer restricciones de visa a los nicaragüenses son resultado de los ataques del régimen Ortega-Murillo a la democracia y los derechos humanos.
Estos ataques incluyen el arresto de 26 opositores políticos y actores prodemocráticos, entre ellos seis contendientes presidenciales, activistas estudiantiles, líderes del sector privado y otros actores políticos. Y la aprobación de leyes represivas que han servido para restringir y criminalizar cierto discurso, disensión y participación política vagamente definidos.
Las restricciones de visa también están dirigidas a quienes buscan hostigar y silenciar la sociedad civil y los medios de comunicación independientes, y a quienes socavan las instituciones y procesos democráticos en Nicaragua.
A raíz de esta “campaña de terror”, como la llamó el portavoz del Departamento de Estado Ned Price, es poco probable que las próximas elecciones de noviembre sean libres ni justas.
El secretario de Estado Antony Blinken dijo: “Estas revocaciones de visas demuestran que Estados Unidos promoverá la rendición de cuentas no solo para los líderes del régimen, sino también para los funcionarios que permitan los asaltos del régimen a la democracia y los derechos humanos”.
“Estados Unidos continuará usando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para presionar por la liberación de los presos políticos y apoyar el llamado de los nicaragüenses a una mayor libertad, responsabilidad y elecciones libres y justas ".
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos