A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Estados Unidos está revisando el futuro de la política estadounidense hacia Corea del Norte bajo el presidente Joe Biden.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que todas las políticas futuras darán prioridad a la seguridad de los estadounidenses y sus aliados, frente a las amenazas planteadas por los programas de misiles nucleares y balísticos y los ciberataques maliciosos de Corea del Norte. Price también mencionó la importancia de mejorar la vida tanto del pueblo de Corea del Sur como de Corea del Norte.
Price agregó que es necesaria una cercana cooperación con aliados clave de Estados Unidos en el este de Asia, para llevar a Corea del Norte hacia la desnuclearización.
“Lo estamos haciendo en estrecha consulta con nuestros aliados surcoreanos, con nuestros aliados japoneses y con otros aliados y socios en el Indio-Pacífico y en general, también, sabiendo que, de nuevo, como dijimos en el caso de Irán, debemos tenerlos con nosotros si vamos a adoptar una estrategia efectiva y, en última instancia, exitosa ante el reto del programa nuclear de Corea del Norte, su programa de misiles balísticos y sus otras áreas de interés”.
La recientemente nombrada embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, reflejó este sentimiento en una conferencia de prensa, el 2 de marzo. Thomas-Greenfield enfatizó la importancia del compromiso de Estados Unidos con los aliados en la región.
“Creemos que Corea del Norte constituye una grave amenaza a nuestra paz y seguridad y para el mundo”, dijo Thomas-Greenfield en rueda de prensa. “Por lo tanto, tenemos un interés vital en tratar de disuadir a Corea del Norte hacia ese objetivo-- y también para defendernos de sus provocaciones o el uso de la fuerza”.
Estados Unidos está comprometido a coordinar estrechamente con Corea del Sur y Japón la política hacia Corea del Norte, para proteger a los ciudadanos estadounidenses y a los aliados de Estados Unidos, y para mantener la paz y la estabilidad en la península coreana.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.