A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
En Venezuela, el presidente ilegítimo Nicolás Maduro y los miembros de su régimen ilegítimo están decididos a aferrarse al poder por todos los medios necesarios. Para lograr sus objetivos, están socavando los procesos democráticos de Venezuela. El plan de Maduro de corromper las elecciones parlamentarias, programadas para el 6 de diciembre, es un buen ejemplo.
El primero de julio, el Consejo Nacional Electoral anunció que las elecciones se realizarían el 6 de diciembre. El presidente interino Juan Guaidó ha explicado públicamente que el Consejo Electoral es ilegítimo porque sus miembros fueron seleccionados ilegalmente por la Corte Suprema de Justicia controlada por Maduro.
Por tanto, los venezolanos que se oponen a Maduro no participarían en las elecciones. En apoyo a la posición del presidente interino Guaidó, 37 partidos de oposición y 107 organizaciones de la sociedad civil también han anunciado que boicotearán el proceso, afirmando que participar en unas elecciones amañadas por Maduro sería equivalente a “colaborar con la estrategia de la dictadura”.
En respuesta a la oposición política unida en Venezuela, el ilegítimo régimen de Maduro reemplazó el liderazgo de muchos de los principales partidos de oposición, con sus propios seguidores, que se hicieron pasar por miembros de la coalición contra Maduro. Estos agentes respaldados por Maduro reclamaron el liderazgo de tres de los cuatro partidos más grandes.
En cada caso, la Corte Suprema de Justicia controlada por Maduro falló a favor de los agentes de Maduro. El liderazgo de muchos de los partidos de oposición fue remplazado por estos agentes ilegítimos del régimen.
Como resultado, las marcas robadas de estos grandes partidos, que ya no representan a sus electores, se han corrompido y ahora forman un falso bloque de oposición. Estos tres, ahora zombis partidos de oposición, han afirmado que participarán en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
Por su complicidad en permitir la estratagema de Maduro para robarle al pueblo de Venezuela su derecho a elegir sus líderes en elecciones libres y justas, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó, según la Orden Ejecutiva 13692, según enmendada, a los líderes de los partidos títeres de oposición. Ellos son José Bernabé Gutiérrez Parra; su hermano Miguel Antonio José Ponente Parra; Guillermo Antonio Luces Osorio; Chaim José Bucarán Paraguán; y Williams José Benavides Rondón.
“Estados Unidos”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, “sigue comprometido a hacer que el régimen de Maduro y sus partidarios rindan cuentas por su flagrante corrupción, para asegurar que el pueblo venezolano logre las elecciones libres y justas que merece”.
Estados Unidos apoya al presidente interino Guaidó y a los defensores de la democracia en Venezuela en su progreso para restaurar una Venezuela democrática.
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.