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El hambre inducida por el conflicto como arma de guerra


A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.

Es probable que este año sea el año con mayor inseguridad alimentaria registrado a escala mundial, según las Naciones Unidas.

Buena parte del sufrimiento es causado por el conflicto, dijo la representante de Estados Unidos ante el Consejo Económico y Social de la ONU, Lisa Carty.

“Más y más, los beligerantes están destruyendo granjas o bloqueando rutas comerciales intencionalmente con el propósito expreso de hacer que la gente se muera de hambre”.

Rusia está utilizando estas tácticas como parte de su guerra contra Ucrania, y los más vulnerables del mundo ya están sintiendo las repercusiones, dijo la embajadora Carty.

“Ucrania es el quinto mayor exportador mundial de trigo y el segundo mayor exportador de aceite de girasol. Rusia ha interrumpido estos cultivos básicos al bombardear infraestructura civil, colocar minas terrestres en suelo ucraniano e incluso dañar deliberada y repetidamente las instalaciones de almacenamiento de granos de Ucrania, seis según nuestro último conteo. Y el bloqueo de los puertos ucranianos por parte de Rusia está impidiendo que los alimentos que Ucrania aún podría exportar se exporten a otros países que los necesiten con urgencia”.

No sorprende que la guerra de elección de Rusia esté teniendo un impacto devastador en los sistemas alimentarios a todo nivel, de global a local. Y las consecuencias serán nefastas. Las regiones que ya sufren inseguridad alimentaria ahora tienen más probabilidades de caer en hambrunas catastróficas, muerte por hambre y muerte a medida que suben los precios de los alimentos.

“En Yemen, se prevé que la cantidad de personas que enfrentan hambruna se quintuplicará para junio, y esa era la proyección antes de que la guerra de Rusia comenzara a impactar en los precios de los alimentos.

En Etiopía, hasta nueve millones de personas se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. Específicamente en Tigray, más del 90 por ciento de la población necesita ayuda.

En Sudán del Sur, el conflicto ha provocado dos hambrunas en los últimos cinco años y analistas advierten que podría ocurrir otra en 2022.

Y en Siria, 12 millones de personas experimentan inseguridad alimentaria aguda”.

Aún así, “Estas crisis no son inevitables. De hecho, hemos visto cómo la acción temprana y anticipada ha ayudado a prevenir la hambruna”, dijo la embajadora Carty.

“Por nuestra parte, Estados Unidos seguirá brindando asistencia para salvar vidas a través de USAID y Feed the Future. Seguiremos siendo el mayor país donante del Programa Mundial de Alimentos y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación”, dijo.

“Podemos salvar vidas si actuamos temprano, antes de que se sientan los peores impactos de la crisis. Hoy no puede haber excusa para la hambruna”.

Fue un editorial que refleja los puntos de vista del gobierno de Estados Unidos.

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