A continuación, un editorial que refleja las opiniones del Gobierno de Estados Unidos:
En diciembre, Estados Unidos y México celebrarán el 200 aniversario de sus relaciones bilaterales. Durante ese tiempo, ambos países han estado unidos por lazos familiares, culturales, diplomáticos y económicos, cada vez más profundos. México es el segundo socio comercial más grande de Estados Unidos, y nuestro país es el socio comercial más grande de México.
“Juntos, contamos con una de las fuerzas laborales más capacitadas e integradas del mundo, centros industriales avanzados y una gran cantidad de centros de innovación”, dijo el Secretario de Estado Antony Blinken en el Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos, el pasado 12 de septiembre.
“Cuando unimos nuestras fortalezas, cada uno se hace más competitivo, nuestra región es más próspera. Y lo que eso significa en términos concretos para nuestra gente es más y mejores empleos, mejores escuelas para nuestras comunidades, más oportunidades para las pequeñas empresas.
“Esta asociación se ha fortalecido en los últimos dos años”, dijo el secretario Blinken. “El Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá sigue siendo nuestra mejor herramienta para promover la competitividad económica de América del Norte y generar resultados para nuestros trabajadores”. Al mismo tiempo, nuestro trabajo en el marco del Diálogo de seguridad de alto nivel está ayudando a ambos países a enfrentar retos como la amenaza del tráfico de fentanilo y otros narcóticos, el tráfico de personas, la violencia y la inseguridad.
Una iniciativa estadounidense importante, destinada a impulsar la competitividad, es la Ley CHIPS and Science, que proporcionará fondos para desarrollar cadenas de suministro de semiconductores en América del Norte, dijo el secretario Blinken:
“Los principales elementos de las cadenas de suministro de semiconductores ya están bien establecidos en México con empresas estadounidenses como Intel y Skyworks, que realizan investigación y desarrollo, diseño, ensamblaje, pruebas y fabricación en partes de México. La Ley CHIPS tiene como objeto incentivar la inversión en este tipo de labores en toda la región. Eso garantizará que podamos fabricar estos y otros componentes que necesitamos para el siglo XXI aquí mismo en América del Norte”.
Otra iniciativa estadounidense surge como resultado de la Ley de Reducción de la Inflación, que proporciona, entre otras cosas, incentivos fiscales para vehículos eléctricos y componentes de baterías fabricados en América del Norte. “Esa es una forma de crear más empleos, combatir la crisis climática global y fortalecer la seguridad energética”, dijo el secretario Blinken.
Estados Unidos y México están comprometidos con la construcción de un crecimiento económico inclusivo y de base amplia que beneficie a los ciudadanos de ambas naciones.
Este fue un editorial que refleja los puntos de vista del gobierno de Estados Unidos.