Seguidamente, un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.
Se define como “crímenes contra la naturaleza” la participación en la adquisición, comercio y tráfico ilegal de vida silvestre, partes y productos de vida silvestre; tala y minería ilícitas; crímenes asociados a la pesca; y las actividades ilegales con las que convergen.
Es un negocio muy grande. Clasificado como el cuarto crimen transnacional más lucrativo del mundo, genera ganancias de entre 110.000 y 281.000 millones de dólares cada año.
Por tal razón, los gobiernos de Gabón, Noruega, Reino Unido y Estados Unidos, junto con Naciones Unidas y varios organismos encargados de hacer cumplir la ley, organizaciones no gubernamentales y grupos de la sociedad civil, se unieron para formar la Nature Crime Alliance o Alianza Contra el Crimen a la Naturaleza.
Estrenada a finales de agosto, la Alianza es una red global y multisectorial que busca movilizar a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado e intensificar los esfuerzos para desarticular las redes criminales involucradas en crímenes contra la naturaleza.
“Reconocemos que estos crímenes no pueden erradicarse sin la cooperación multisectorial y que hay una necesidad apremiante de una mayor coordinación y colaboración entre los diversos actores que luchan contra los crímenes contra la naturaleza. Se necesita una nueva estrategia”, dijeron los miembros fundadores en una declaración conjunta emitida en el estreno de la Alianza.
"Hemos formado la Alianza en reconocimiento de esta necesidad, con miembros que incluyen representantes de gobiernos, fuerzas del orden, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, defensores de primera línea, como pueblos indígenas y comunidades locales, donantes y el sector privado", dice el comunicado.
“Los crímenes contra la naturaleza amenazan nuestra seguridad colectiva”, indicó Jennifer Littlejohn, secretaria interina para Océanos y Asuntos Ambientales y Científicos Internacionales del Departamento de Estado de Estados Unidos. “Socavan el Estado de derecho, alimentan la corrupción, destruyen ecosistemas y llevan a las especies al borde de la extinción, mientras proporcionan miles de millones de dólares a sindicatos criminales transnacionales que se aprovechan de las poblaciones más vulnerables del mundo”.
De hecho, los crímenes contra la naturaleza son enormemente destructivos. Privan a las comunidades de sus medios de vida y recursos naturales, propagan enfermedades, destruyen ecosistemas y llevan a las especies al borde de su extinción. También es importante señalar que esos crímenes no existen en el vacío. Con frecuencia ocurren junto a la trata de personas, antigüedades, drogas y armas, así como la corrupción, extorsión y soborno, lavado de dinero y fraude.
"Todos debemos unirnos para ponerle un freno a los criminales que amenazan la salud de nuestro planeta", dijo Jennifer Littlejohn, "y es por eso que Estados Unidos se enorgullece de apoyar a la Alianza Contra el Crimen a la Naturaleza ".
Fue un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.