Seguidamente, un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.
El 28 de julio, los venezolanos acudieron a las urnas para decidir quién dirigirá el país durante los próximos seis años. La elección fue muy esperada tanto por los venezolanos como por observadores externos, ya que Nicolás Maduro, que ha ocupado el cargo durante los últimos once años, es muy impopular. Su oponente, Edmundo González Urrutia, es un ex diplomático de 75 años.
El 28 de julio, ambos candidatos proclamaron victoria. Las autoridades electorales, leales al actual presidente, declararon a Maduro como vencedor poco después del cierre de las mesas, pero no publicaron los resultados desglosados por máquina de votación, como habían hecho en elecciones presidenciales anteriores.
Cada una de las 30.000 máquinas de votación imprime varias copias de actas, que se considera son la prueba definitiva de los resultados electorales en Venezuela. Los partidarios de Edmundo González obtuvieron copias de actas del 83,5 % de las máquinas de votación y anunciaron que su candidato obtuvo el 67 % de los votos.
Haciendo uso de las tácticas probadas y efectivas utilizadas por dictadores impopulares durante décadas, Maduro y su gobierno decidieron que, como no podían derrotar a Edmundo González, lo arrestarían. Luego de declarar el 22 de agosto que las actas publicadas por la oposición son falsas, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano, compuesto en su totalidad por leales a Maduro, certificó la victoria de Maduro.
El 3 de septiembre, un juez venezolano emitió una orden de arresto a Edmundo González Urrutia, acusándolo de usurpación de funciones, falsificación de documentos públicos, instigación a desobedecer la ley, conspiración y “sabotaje para dañar sistemas”.
Estados Unidos condena enérgicamente esta orden de arresto injustificada, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
“No es solo Estados Unidos el que está condenando esta orden de arresto. Son países de la región: Argentina, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay quienes han condenado esta orden de arresto injustificada”.
“González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio”, dijo el vocero Miller. “Maduro y sus representantes no pueden suprimir indefinidamente las aspiraciones legítimas del pueblo venezolano y mantener el poder por la fuerza”.
“La acción arbitraria y políticamente motivada demuestra hasta dónde Nicolás Maduro está dispuesto a llegar para mantenerse en el poder después de su intento de robarse las elecciones presidenciales del 28 de julio”.
“La voluntad del pueblo y sus derechos deben ser respetados”, dijo el portavoz Miller. “Reiteramos nuestro llamado a la liberación inmediata e incondicional de quienes han sido detenidos injustamente”.
Fue un editorial que refleja opiniones del gobierno de Estados Unidos.