A continuación, un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.
A partir del 11 de julio, decenas de miles de cubanos en decenas de ciudades y pueblos de todo el país salieron a la calle para reclamar pacíficamente más libertad y un mejor futuro.
En respuesta, el régimen cubano ha reprimido violentamente las protestas, arrestando a cientos de manifestantes simplemente por ejercer sus libertades fundamentales y sus derechos humanos a la libertad de expresión y asamblea pacífica.
Las acciones de las fuerzas de seguridad cubanas y las turbas violentas movilizadas por el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ponen al descubierto el miedo del régimen a su propio pueblo y la falta de voluntad para satisfacer las demandas del pueblo cubano de disfrutar de sus derechos humanos.
En respuesta a la represión del régimen comunista cubano, Estados Unidos impuso sanciones al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Álvaro López Miera, y a la Brigada Nacional Especial o Boinas Negras del Ministerio del Interior cubano. López Miera y la Brigada Nacional Especial han participado en la represión a las protestas, incluyendo violencia física e intimidación.
A través del programa de sanciones Global Magnitsky, Estados Unidos busca imponer consecuencias tangibles y significativas para desalentar a los actores malignos y promover la rendición de cuentas para quienes cometen violaciones graves a los derechos humanos. Si no se controlan, las violaciones socavan los valores que forman sociedades estables, seguras y funcionales.
En una muestra internacional de solidaridad con el pueblo cubano, Estados Unidos y otras 20 democracias condenaron los arrestos masivos en Cuba y exhortaron a que se restaure completamente el acceso a Internet en la nación. “Las democracias de todo el mundo se están uniendo para apoyar al pueblo cubano, instando al gobierno cubano a que respete las demandas de derechos humanos universales”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken.
"Apoyamos a todos los cubanos que busquen un gobierno que respete los derechos humanos y la dignidad del pueblo cubano", dijo el secretario Blinken.
"Continuaremos tomando medidas para promover la rendición de cuentas por las violaciones a los derechos humanos cometidas por el gobierno cubano, incluyendo sanciones adicionales".
Fue un editorial que refleja las opiniones del gobierno de Estados Unidos.